CREATIVIDAD Y COHERENCIA EN DISEÑO GRÁFICO: EL SECRETO PARA UNA NOTABLE Y EFECTIVA IDENTIDAD VISUAL
Hace unos días me descubrí pensando qué marca la diferencia de una buena identidad visual en una empresa… y en mi cabeza aparecieron dos palabras: creatividad y coherencia.
Si hablamos de identidad visual o de marca, en un principio podríamos suponer que creatividad y coherencia podrían ser dos términos opuestos, pero nada más lejos de la realidad.
Para obtener una identidad visual potente y efectiva para nuestra empresa siempre debemos trabajar creatividad y coherencia en el diseño gráfico juntas.
A grandes rasgos, mediante la creatividad conseguiremos atraer la atención y diferenciarnos de la competencia, y mediante la coherencia, ser reconocibles y generar confianza en nuestro cliente.

¿Cuáles son los beneficios de trabajar la creatividad y la coherencia en el diseño gráfico de la imagen visual de nuestra empresa?
❯ Una identidad visual coherente reforzará la relación emocional con los clientes, generando a largo plazo confianza.
❯ La creatividad de nuestra identidad visual reforzará el interés, atracción y retención del cliente hacia nuestra empresa.
❯ Trabajar la creatividad de nuestra identidad visual nos comportará la diferenciación competitiva que nos permitirá destacar entre la competencia.
❯ La coherencia y creatividad ofrecerá adaptabilidad a nuestra identidad visual sin perder la esencia y nos facilitará la expansión a nuevos mercados o medios sin confundir al público.
Pero, ¿cómo podemos combinar creatividad y coherencia de una forma adecuada en la imagen visual de nuestra empresa?
Como llevo diciendo en varios de mis escritos anteriores, ante todo, para conseguir una notable imagen de marca para nuestra empresa debemos profesionalizarla.
Detrás de su gestión y desarrollo debe haber un diseñador gráfico o equipo profesional para que defina las bases de nuestra identidad a través de la construcción o redefinición de esta.
Este profesional debe definir las bases de la identidad visual de nuestra empresa a través del logotipo, paleta de colores, tipografía, estilos gráficos, tono… de tal manera que esta construcción nos permita fomentar la creatividad dentro de estas reglas ya pautadas.
¿Y cómo se consigue esto?
Pues estableciendo unas reglas con lineamientos que nos permitan experimentar en la composición, patrones y elementos gráficos pero siempre sin perder la esencia y estilo de la identidad visual, y creando una serie de símbolos, patrones o formas que nos permitan reinterpretar creativamente la imagen o elemento a diseñar, pero que se identifiquen rápidamente con la marca.
Ello nos permitirá tener imagen visual creativa y coherente al mismo tiempo y trabajar la evolución controlada de nuestra imagen visual para que se adapte al crecimiento de nuestra empresa, pero que siempre sea reconocible.
En resumen, trabajar la creatividad en la construcción de nuestra imagen visual le dará vida y dinamismo, mientras que la coherencia asegurará que esta creatividad se canalice de manera efectiva y reconocible. La clave está en encontrar un equilibrio donde ambos aspectos se potencien mutuamente, ninguno de los dos es más importante que el otro en la construcción de la imagen visual de nuestra empresa.