A menudo, a largo de mi experiencia profesional, me he visto en la necesidad de tener que defender y argumentar la sencillez y simplicidad de mi estilo de diseño, frente a clientes que creían que un buen diseño es aquel que denota saturación y barroquismo.

Con el tiempo he comprendido que para las persona ajenas al mundo del diseño, parece más difícil y trabajoso agregar elementos a un diseño, que quitarlos. Pero nada más lejos de la realidad.

Una mirada profana en el tema, siempre creerá que un diseño sencillo y limpio es un trabajo rápido y fácil de llevar a cabo, frente a un diseño complicado y abigarrado.

Los profesionales que nos dedicamos al mundo de la imagen y el diseño sabemos que no hay nada más difícil que aplicar la visión crítica en nuestros diseños, analizarlos y decidir que forma es la más directa y clara para que el mensaje llegue a nuestro receptor. Estamos hablando de transmitir conceptos complejos y variados a través elementos básicos, como pueden ser las líneas o los puntos y esto no es una tarea fácil.

Una de mis primeras experiencias profesionales fue en la Cooperativa de Arquitectos Jordi Capell. Allí aprendí a diseñar; a analizar, a quitar lo superfluo, a comunicar de una manera clara i limpia, de la mano del creador de la imagen corporativa de la Cooperativa; el premio nacional Enric Satué.

Menos es más, frase célebre de Mies Van der Rohe

“Less is more” solía decirnos “menos es más”, y siempre encontraba algo superfluo en nuestras proposiciones de diseño de lo que podíamos prescindir.

Esto marcó a esta joven diseñadora y me encaminó hacia un estilo propio y personal donde la sencillez y el minimalismo siempre son los rasgos principales de mis diseños.

«Menos es más» (less is more), mantra que nos solía repetr Enric Satué, es una cita atribuida al arquitecto Mies Van der Rohe, digo atribuida por qué hoy en día se pone en duda su autoría. Originalmente se refería a la arquitectura, pero hoy en día se usa genéricamente en el mundo de las artes y el diseño En todo caso, sea o no suya, Mies van der Rohe hizo bandera de la frase, sobre todo a partir de la década de los cincuenta.

«Menos es más» en diseño, equivale a utilizar únicamente elementos que formen parte del mensaje, es omitir aquellos cuya función sea meramente ornamental, para generar un impacto efectivo en el público objetivo. Un diseño sin elementos distractores que puedan distorsionar la intención del mensaje hace que este mensaje llegue de forma más clara y rápida. Asimismo, es más fácil de recordar al contar con pocos elementos.

Solo estaría justificado el uso del estilo maximalista a mi entender, cuando después de un proceso de investigación, podamos llegar a la conclusión de que el mercado al que apunta el producto o servicio ha sobreexplotado el estilo minimalista y quizá el estilo maximalista tenga un impacto más efectivo.

Actualmente, el minimalismo lleva más de cincuenta años en vigencia y un par de décadas siendo aplicado en el diseño de marcas. Poseemos el conocimiento y las herramientas para conseguir información que convertir en un mensaje de valor hacia el público al que se busca llegar. Ante la sobreabundancia, la sencillez. Ante el ruido, el silencio. Ante la tempestad, la calma.